¡Hoy -por manos de nuestros hermanos en la Alianza
angolinos- hemos recibido el símbolo del Padre en nuestro Santuario de
Ayinrehue! Con una solemne eucaristía “a Santuario lleno” cada asistente pudo
sostener el Ojo del Padre, así como lo hizo el Padre Kentenich hace muchos años
atrás, y ver en él a Dios y su infinito amor, misericordia y cariño hacia
nosotros.
Si hemos de rescatar una palabra de la homilía del Padre
Iván sin duda sería “filialidad”: solo siendo hijos llegaremos a ser plenamente
santos. No deja de ser una voz de Dios que hoy el cardenal haya dicho en el Te
Deum que en Chile hay una crisis porque abunda la desconfianza (en las
personas, en las instituciones, etc.). El hacernos más hijos de Dios,
precisamente es un gran arma contra esta situación que aqueja a nuestro país.
Este símbolo -el ojo del padre- está peregrinando por el
mundo antes de ser entronizado definitivamente en el Santuario Original.
Permanecerá en Temuco hasta el día viernes, donde lo despediremos con bombos y
platillos con una caminata desde la Casa Kentenich hasta el Colegio Madre
Admirable siguiendo las huellas de nuestro Padre Fundador. Luego de eso peregrinará
hacia la ciudad de Valdivia en manos de nuestro Padre Enrique Grez.
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